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La autoestima en alza

Nombrar a Roberto Fontanarrosa remite inmediatamente a una imagen que podría sintetizarse así: un grupo de varones, amigos, hablando de fútbol en la mesa de un bar. Ahora ¿qué pasaría si sus textos se trasladaran al universo femenino? Esa es la apuesta de Rosa Fontana Coiffeur, dirigida por Lía Jelín, a partir de cinco cuentos del autor rosarino adaptados por Pablo Brichta y Jorge Schusseim. En este caso la acción se traslada a una peluquería de barrio, en las que las mujeres más variadas cruzan sus vidas entre secadores de pelo y esmaltes de uñas. La obra se estrena en el Broadway este jueves y la protagonizan Mirta Wons, María José Gabin, Patricia Etchegoyen, Marta Paccamici y Zulma Faiad. Es la primera vez que se muestra un Fontanarrosa en versión femenina. Un experimento, digamos, audaz.Gabin: Rosa Fontana... es esta mezcolanza de textos de Fontanarrosa con la que sólo una directora como Lía Jelín podía hacer algo. Vendría a ser un esperpento porteño, provincial y mundial, al que hay que sumarle este engendro de unión de actrices que no tenemos nada que ver la una con la otra. Pero el resultado es interesante porque Fontanarrosa escribe desde una cabeza masculina y este es un traspaso bastante estrafalario.Etchegoyen: Somos clientas de la peluquería adonde llevamos, cada una, de alguna manera, los mambos que tienen estas cabecitas.Wons: Hay que aclarar que somos cinco protagonistas mujeres pero no hablamos de temas exclusivamente femeninos.Jelín: Esta obra no es un espectáculo de autoayuda ni un manual de supervivencia para mujeres de 50. Va navegando por lo inconciente, el romanticismo, el delirio. No por nada dicen que las mujeres somos locas.Todas: ¡Y es una gran verdad¡ ¡Gracias a Dios!Wons: La peluquería es un lugar donde uno larga sus fantasías. Vas a hacerte las manos pero también es un ámbito de contención para hablar de tus cosas.Paccamici: Y cuando las mujeres necesitamos un mimo o levantar la autoestima, vamos a la peluquería. Eso le pasa a mi personaje que no puede dejar de ir a ese lugar porque, de alguna manera, lo siente parte de su familia.Faiad: Yo decidí estar en este proyecto porque me llamó Lía. Después leí a Fontanarrosa. Fue muy interesante lo que trabajamos en los ensayos que fueron como un taller. Las historias fueron difíciles de hacer. ¿Difíciles porque había que evitar los estereotipos?Faiad: Sí. Y por el estilo también. Si me preguntás si esta obra es un grotesco, te digo que no. Yo creía que lo era pero en realidad es un humor muy al límite en el que no podés pasar la raya. Y me siento feliz de conocer a estas cuatro compañeras que son excelentes. Cada una de ellas me da algo nuevo cada día para aprender.Todas son mujeres con mucha personalidad, ¿cómo es la convivencia?Etchegoyen: Las diferentes personalidades de los personajes también tienen que ver con nosotras. Somos todas muy diferentes pero creo que no es casual. Claro que el mérito se lo lleva Lía porque nosotras el primer día nos mirábamos como locas. Pero después, el proceso de ensayo fue atípico y descubrimos los puntos en común.Las seis mujeres hablan a la vez pero con esa facilidad femenina para entenderse en el bullicio. Se nota que el equipo supo armar, paralelamente al escenario, una complicidad que les permite divertirse y expresarse tal cual son. Gabin: Creo que la obra es una opción dentro de lo que se viene haciendo en los espectáculos con mujeres: Ya en el 86 yo estaba en las Gambas al Ajillo. En este caso no es una obra que habla de cosas de mujeres, habla sobre la fantasía y el amor, las ilusiones que no son excluyentes de las mujeres.Wons: Además no hay una bajada de línea en la propuesta que podría ser feminista. Son cuentitos que muestran algo desde una mirada femenina.Paccamici: Lo interesante, por ejemplo en mi personaje, es que da vuelta el estereotipo del hombre con una mujer más joven y lo trabaja la revés. La obra no es pretenciosa, busca entretener.Etchegoyen: Hubo obras que ya hablaron de las sexualidad, de los conflictos y las crisis y esta vez hablamos de distintos tipos de mujeres, con sus historias y generan algo interesante.Jelín: Fontanarrrosa no escribe costumbrismo realista sino que tiene un vuelo bastante surrealisa y la obra pasa por una zona de delirio que hasta les permite a los personajes cantar y bailar sin salirse de lo que les pasa.Wons: Lo maravilloso de Fontanarrosa es que tiene un humor muy argentino y nos divertimos mucho haciéndolo. Esa es la garantía para que el público se divierta.¿Qué referencias humorísticas, puede decirse, tiene el grupo?Jelín: Por empezar, todos somos hijos de Niní Marshall. Cualquier cómico, más o menos, tiene en sus huesos una Niní. Ella es nuestra comicidad. Cuando armaban los personajes les pedí a las actrices que se acordaran de los viejos cómicos como Pepe Biondi, Pepe Arias, Luis Sandrini, José Marrone, Olinda Bozán, que tienen una marca de mucha autenticidad. Porque es muy difícil hacer reír.Wons: En el imaginario popular hay cierto desprestigio ligado a la comedia que, además de ser algo orgánico, es complicado. Lo mejor de Niní Marshall, que es ícono de la comedia y de lo gracioso, es que era una mujer cultísima. ¿Creen que en general se busca de cada actor eso que se sabe que funciona?Faiad: Los productores son los que más encasillan. Pero además, este es un país con amnesia: el currículo de la gente no se conoce y siempre te hacen pagar el derecho de piso. Yo fui alumna de Heddy Crilla pero la vedette y la lechuguita en mi caso, fueron una cruz. Por eso me fui a México, a probar que no era sólo eso y en 10 años hice 50 películas.Jelín: A la gente se la suele encasillar pero, la verdad, un artista es un artista. Si fracasás o triunfás, es fortuito. El asunto es tener la fuerza para no dejarte vencer y empezar otra vez.

INFOBAE(www.infobae.com):

Uno de los preferidos de Suar, al 13


El reconocido actor Favio Posca ya se incorporó a Sos mi vida, la telenovela protagonizada por Natalia Oreiro y Facundo Arana. Si bien en un principio la idea era que el actor preferido de Adrián Suar hiciera sólo una participación especial en la exitosa tira, gustó tanto su personaje de gay que quedó como parte del elenco estable del programa.Su último trabajo en televisión fue interpretando a Juan en Sin código, la telenovela de Pol-ka protagonizada por Adrián Suar, Nicolás Cabré, Nancy Dupláa, Marcela Kloosterboer, Rita Cortese y Griselda Siciliani, entre otros.