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Su pregunta sí molesta (a Moria)

Lo que ocho minutos antes había comenzado con dos besos a pedido de ella, devino, también a pedido de ella, en final anticipado. No fue lo único que solicitó Moria Casán el lunes a la noche en Habitación 414 (a las 22, por América): "Voy a pedir que saquen esto", dijo sin pudores frente a cámara, en medio de la entrevista que le hacía el periodista Osvaldo Bazán. Frase que, sin embargo y bienvenido sea, salió al aire antenoche entre otras cosas que ella hubiera preferido que no tuvieran pantalla.De acuerdo a la modalidad que plantea el programa —un personaje conocido que recibe en un cuarto de hotel la visita sorpresiva de diferentes interlocutores elegidos por la producción—, él traspasó el umbral de la 414, como una de los cinco personas con las que entablaría una charla. Después de las conversaciones amistosamente con Pancho Ibáñez o Laura Ubfal, entre otros, llegó el turno de Bazán, quien fue, respetuoso, con la intención de hacerla hablar de política.Y se fue, antes de tiempo, en un clima de tensión generado unilateralmente por la anfitriona, luego de que le ordenara que se fuera de la habitación. "No quiero hablar del país, me resulta incómodo. Y, además, no sé por qué te invitaron... Porque me parece que siempre me estás castigando", entendió ella. Sorprendido, él atinó con un "caramba", antes de que la actriz compartiera a cámara que "me parece que tenés una antipatía hacia mi persona. Venís y me preguntás de política y no tengo ganas de hablar de política. Así que te agradezco que hayas venido, pero no quiero hablar (...) Tenés una animosidad muy palpable en las notas escritas y además me la demostrás ahora. No me tenés simpatía y yo tampoco te la tengo a vos".Invitado por el equipo de producción —Promofilm—, el periodista le negó tal animosidad, intentó seguir con el diálogo propuesto y luego aceptó su retirada, no sin antes darle un beso —ya no dos, como en el seductor comienzo— y dejar la habitación, mientras la cámara tomaba el discreto gesto de Moria, que con su mano derecha indicaba afuera.A ese punto de alta tensión se llegó luego de unos minutos de preguntas y respuestas sobre su paso por la política (el año pasado fue candidata a diputada por el Movimiento Federal del Centro y salió novena), su ideología ("siempre fui de derecha", aunque supo estar cerca del Partido Intransigente), su opinión sobre el Gobierno actual: "(Néstor Kirchner y Cristina Fernández) no me resultan carismáticos, no los consumo". Y de inmediato confesó que "cuando me canso del país, no me quejo. Me voy (...) El día que me molesten (los gobernantes de turno) me voy".Bazán: ¿Los militares te molestaron?Casán: No, no me molestaron para nada. Y soy hija de un militar.Bazán: Y el hecho de saber todo lo que pasó en la dictadura, ¿no te molesta?Casán: No, no me molesta, porque creo que hubo una guerra, hubo muertos de ambos lados (...) Obviamente que me molesta que haya habido una guerra, pero no la firmé yo, la firmó el Gobierno democrático.Bazán: Los 30 mil desaparecidos son...Casán: No me quiero meter en el asunto de los desaparecidos. Y no quiero hablar de los desaparecidos, porque no me interesa. Es algo en que no participo y tengo muchos amigos militares de mi viejo muertos en la guerra por la represión, así que me toca por un lado como a ustedes les toca por el otro.Bazán: cuando decís "a ustedes" no entendí.Casán: Por el lado de los desaparecidos, digo. Para la gente que piensa que es un horror lo de los desaparecidos (...), yo pienso que es un horror de los dos lados.Más allá de que inicialmente ella había confundido a Osvaldo Bazán con el periodista Orlando Barone —tal cual lo nombró equivocadamente en pantalla más de una vez— era a ese interlocutor a quien ella decidía sacar del programa, cuando la incomodidad la enredó en su propio discurso. Atrás había quedado, entonces, el vano deseo de él, cuando le dijo al conductor, Iván de Pineda: "Esperemos tener un buen diálogo". No pudo ser. Pudo ser, ella no quiso