"RSD del dia 7/9/2006"
7 sept 2006
CLARIN(www.clarin.com.ar):
Mucho más que el reality de los gordos
La participante "Chechu" mira a cámara culposa y dice: "sí reconozco que estuve mal pero no sabía que esos productos estaban prohibidos". Luego de ver un informe sobre la venta libre de diuréticos y escuchar unas palabras admonitorias del doctor, en pocos minutos la compungida Chechu —ya perdonada y redimida— estará zarandeando su adelgazada anatomía al ritmo de "Bombón asesino". Corten.Esta facilidad para ir del drama individual a la lectura social y de ahí al mensaje pedagógico es la que hizo que Cuestión de peso (Canal 13, lunes a viernes, 14.30) se perfilara desde su comienzo (el 15 de marzo) como mucho más que un reality para adelgazar. Las pruebas están a la vista en la misma productora del programa."¿Querés una gaseosa?, es light", ofrece una asistente muy amable. En el corte se reparten barritas de cereal entre los participantes. A esta altura, todos están imbuidos de un férreo sentido de salud. Camarógrafos, productores y asistentes bajaron de peso siguiendo las indicaciones del doctor Alberto Cormillot y su equipo. Y para pesarse usan la misma balanza que los participantes. Algunos, a escondidas.Producido por Endemol Argentina (cuyo director es Martín Kweller) Cuestión de peso resulta una combinación de magazine de salud, telenovela y programa de investigación periodística."Yo bajé diez kilos", cuenta Raúl Slonimsky, director artístico de la productora. Y agrega a modo de excusa: "es que estás todo el tiempo escuchando hablar tanto de hábitos sanos que cuando vas a comer algo que engorda te da culpa".Siguiendo las idas y venidas anímicas de sus participantes (incluso sus vaivenes amorosos), el programa mezcla, en ajustadas dosis, lo emocional- individual con el abordaje de temas sociales como la discriminación hacia el obeso, la ausencia de talles XL o informes periodísticos como "La argentina obesa", en el que un periodista se sometió por un mes a una dieta tipo de un "oficinista sedentario" para demostrar qué mal comen los argentinos.Y hasta se perfila como promotor de cambios sociales con la convocatoria a una marcha al Congreso de la Nación el 20 de noviembre (a las 10 de la mañana) para que la obesidad sea reconocida en las cartillas médicas como una enfermedad."Todo empezó por un juego que Martín tenía con un amigo —cuenta su hermana y miembro de la productora, Cyntia Kweller—, los dos se pesaban cada semana para ver quién adelgazaba más". A partir de ahí surgió la idea de una competencia."Pero el objetivo principal —aclara Cyntia— siempre fue hacer un programa que divulgara hábitos saludables de una forma entretenida". El formato se fue enriqueciendo hasta llegar al estado actual, un punto óptimo, a juzgar por los resultados: en el último intercambio creativo de todas las filiales de Endemol, que se realizó en Berlín, Cuestión de peso fue elegido entre los tres mejores."Decile que puede trabajar y ve nir al mismo tiempo", le pide con señas desesperadas el productor ejecutivo a la conductora Andrea Politti. Quiere que le avise esto al aire a Eduardo Daloi, el participante que tiene enfrente. Eduardo está dudando en abandonar el programa luego de haber bajado 71 kilos y de haber sido sometido en forma gratuita a una costosísima operación de by pass gástrico.En el piso de los estudios de Palermo todos, productores, camarógrafos, asistentes, público esperan atentos su respuesta."Compenetración" parece ser una de las claves para que el programa funcione como un reloj. "Nosotros hablamos mucho con los participantes —explica Slonimsky— y en esas charlas informales surgen las cosas. Por ejemplo me dicen 'me quiero ir' y entonces eso se transforma en una nota"."Los participantes son la materia prima del programa —acota el productor ejecutivo, José Núñez—, si vos te inspirás en los tipos más humano va a ser el programa".Y si el costo que deben pagar los participantes es la pérdida de intimidad, el precio de los que realizan el envío es estar todo el día pendientes de sus historias. "Pensamos en el programa desde que nos levantamos hasta la noche, pero nos gusta hacerlo", asegura Núñez.Este "gusto" se nota en el vivo y en su discurso, claramente psicoanalizado. "Aunque sea en televisión es una terapia —se entusiasma Núñez—. Por ejemplo lo de Eduardo, realmente no se debe querer ir, en el fondo debe estar pasando una crisis de autoboicot".Los participantes son seguidos por la cámara casi las 24 horas del día. A la mañana van a la clínica del doctor Cormillot a desayunar, almorzar y visitar a los médicos y psicólogos. A la tarde, practican deportes y se hacen las notas, como la brigada que hace un allanamiento de heladeras, a cargo del personal trainer y la nutricionista. O las entrevistas.Como un espejo, del otro lado de las cámaras se levanta una tribuna de público que reproduce la tribuna de los participantes. Todos están excedidos de peso y todos se han anotado para ingresar al programa. Allí resalta Karina Alvarez, "Karina con k de kilos", aclara. Está impecablemente peinada y maquillada. "Como verás soy obesa —explica sin dejar de sonreír—, me anoté pero no entré, ahora me llamaron para un desfile de gorditas". Ella no se pierde un sólo envío y asegura que adelgazó 8 kilos desde que empezó.En un país obsesionado por la belleza, tan centrado en la imagen, ¿quién no tiene algún conflicto con la alimentación? Justamente uno de los aciertos de Cuestión de peso —evidente en su promedio de 9 puntos de rating, según Ibope, que lo convierte en lo más visto de la tarde del 13— es el amplio espectro de participantes, que incluye a personas con distinto tipo de sobrepeso desde el obeso al rellenito. Y más allá de la gordura, ¿quién no se siente identificado frente a dilemas como una madre desvalorizadora o un padre híperexigente? Otra característica del ciclo es el cambio de discurso con respecto al tema de la alimentación. De la mano del doctor Cormillot, de las imágenes restrictivas de "dieta" y "ayuno" se pasó a las más amplias y tolerantes "reeducación en hábitos alimenticios", "calidad de vida", "peso ideal" en una entretenida cruzada televisiva que combina salud, rating y comprensión.
INFOBAE(www.infobae.com):
Una Bolocco bailando por un sueño
Diana Bolocco, la hermana menor de Cecilia, participaría en Locos por el baile, el concurso de baile que comenzará muy pronto por Canal 13 de Chile bajo la conducción de Sergio Lagos.
Claro que Cecilia no demostrará sus dotes como bailarina sino que se encargaría de hacer las notas de backstage pero si bien llegó a un acuerdo de palabra, aún no firmó su contrato.
Mucho más que el reality de los gordos
La participante "Chechu" mira a cámara culposa y dice: "sí reconozco que estuve mal pero no sabía que esos productos estaban prohibidos". Luego de ver un informe sobre la venta libre de diuréticos y escuchar unas palabras admonitorias del doctor, en pocos minutos la compungida Chechu —ya perdonada y redimida— estará zarandeando su adelgazada anatomía al ritmo de "Bombón asesino". Corten.Esta facilidad para ir del drama individual a la lectura social y de ahí al mensaje pedagógico es la que hizo que Cuestión de peso (Canal 13, lunes a viernes, 14.30) se perfilara desde su comienzo (el 15 de marzo) como mucho más que un reality para adelgazar. Las pruebas están a la vista en la misma productora del programa."¿Querés una gaseosa?, es light", ofrece una asistente muy amable. En el corte se reparten barritas de cereal entre los participantes. A esta altura, todos están imbuidos de un férreo sentido de salud. Camarógrafos, productores y asistentes bajaron de peso siguiendo las indicaciones del doctor Alberto Cormillot y su equipo. Y para pesarse usan la misma balanza que los participantes. Algunos, a escondidas.Producido por Endemol Argentina (cuyo director es Martín Kweller) Cuestión de peso resulta una combinación de magazine de salud, telenovela y programa de investigación periodística."Yo bajé diez kilos", cuenta Raúl Slonimsky, director artístico de la productora. Y agrega a modo de excusa: "es que estás todo el tiempo escuchando hablar tanto de hábitos sanos que cuando vas a comer algo que engorda te da culpa".Siguiendo las idas y venidas anímicas de sus participantes (incluso sus vaivenes amorosos), el programa mezcla, en ajustadas dosis, lo emocional- individual con el abordaje de temas sociales como la discriminación hacia el obeso, la ausencia de talles XL o informes periodísticos como "La argentina obesa", en el que un periodista se sometió por un mes a una dieta tipo de un "oficinista sedentario" para demostrar qué mal comen los argentinos.Y hasta se perfila como promotor de cambios sociales con la convocatoria a una marcha al Congreso de la Nación el 20 de noviembre (a las 10 de la mañana) para que la obesidad sea reconocida en las cartillas médicas como una enfermedad."Todo empezó por un juego que Martín tenía con un amigo —cuenta su hermana y miembro de la productora, Cyntia Kweller—, los dos se pesaban cada semana para ver quién adelgazaba más". A partir de ahí surgió la idea de una competencia."Pero el objetivo principal —aclara Cyntia— siempre fue hacer un programa que divulgara hábitos saludables de una forma entretenida". El formato se fue enriqueciendo hasta llegar al estado actual, un punto óptimo, a juzgar por los resultados: en el último intercambio creativo de todas las filiales de Endemol, que se realizó en Berlín, Cuestión de peso fue elegido entre los tres mejores."Decile que puede trabajar y ve nir al mismo tiempo", le pide con señas desesperadas el productor ejecutivo a la conductora Andrea Politti. Quiere que le avise esto al aire a Eduardo Daloi, el participante que tiene enfrente. Eduardo está dudando en abandonar el programa luego de haber bajado 71 kilos y de haber sido sometido en forma gratuita a una costosísima operación de by pass gástrico.En el piso de los estudios de Palermo todos, productores, camarógrafos, asistentes, público esperan atentos su respuesta."Compenetración" parece ser una de las claves para que el programa funcione como un reloj. "Nosotros hablamos mucho con los participantes —explica Slonimsky— y en esas charlas informales surgen las cosas. Por ejemplo me dicen 'me quiero ir' y entonces eso se transforma en una nota"."Los participantes son la materia prima del programa —acota el productor ejecutivo, José Núñez—, si vos te inspirás en los tipos más humano va a ser el programa".Y si el costo que deben pagar los participantes es la pérdida de intimidad, el precio de los que realizan el envío es estar todo el día pendientes de sus historias. "Pensamos en el programa desde que nos levantamos hasta la noche, pero nos gusta hacerlo", asegura Núñez.Este "gusto" se nota en el vivo y en su discurso, claramente psicoanalizado. "Aunque sea en televisión es una terapia —se entusiasma Núñez—. Por ejemplo lo de Eduardo, realmente no se debe querer ir, en el fondo debe estar pasando una crisis de autoboicot".Los participantes son seguidos por la cámara casi las 24 horas del día. A la mañana van a la clínica del doctor Cormillot a desayunar, almorzar y visitar a los médicos y psicólogos. A la tarde, practican deportes y se hacen las notas, como la brigada que hace un allanamiento de heladeras, a cargo del personal trainer y la nutricionista. O las entrevistas.Como un espejo, del otro lado de las cámaras se levanta una tribuna de público que reproduce la tribuna de los participantes. Todos están excedidos de peso y todos se han anotado para ingresar al programa. Allí resalta Karina Alvarez, "Karina con k de kilos", aclara. Está impecablemente peinada y maquillada. "Como verás soy obesa —explica sin dejar de sonreír—, me anoté pero no entré, ahora me llamaron para un desfile de gorditas". Ella no se pierde un sólo envío y asegura que adelgazó 8 kilos desde que empezó.En un país obsesionado por la belleza, tan centrado en la imagen, ¿quién no tiene algún conflicto con la alimentación? Justamente uno de los aciertos de Cuestión de peso —evidente en su promedio de 9 puntos de rating, según Ibope, que lo convierte en lo más visto de la tarde del 13— es el amplio espectro de participantes, que incluye a personas con distinto tipo de sobrepeso desde el obeso al rellenito. Y más allá de la gordura, ¿quién no se siente identificado frente a dilemas como una madre desvalorizadora o un padre híperexigente? Otra característica del ciclo es el cambio de discurso con respecto al tema de la alimentación. De la mano del doctor Cormillot, de las imágenes restrictivas de "dieta" y "ayuno" se pasó a las más amplias y tolerantes "reeducación en hábitos alimenticios", "calidad de vida", "peso ideal" en una entretenida cruzada televisiva que combina salud, rating y comprensión.
INFOBAE(www.infobae.com):
Una Bolocco bailando por un sueño
Diana Bolocco, la hermana menor de Cecilia, participaría en Locos por el baile, el concurso de baile que comenzará muy pronto por Canal 13 de Chile bajo la conducción de Sergio Lagos.
Claro que Cecilia no demostrará sus dotes como bailarina sino que se encargaría de hacer las notas de backstage pero si bien llegó a un acuerdo de palabra, aún no firmó su contrato.
posted by Television Argentina at 2:25 p. m. | Permalink |
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