CLARIN(www.clarin.com.ar):

Los Angeles, ciudad de soñadores

Robert Towne, guionista de Barrio chino, creció en San Pedro, el puerto de Los Angeles. Pídanle que describa al Los Angeles de su infancia y pintará un cuadro casi doméstico de la ciudad: los laberintos de autopistas todavía no habían sido construidos, el omnipresente olor del mar, los eucaliptos y las libélulas estaba por todas partes. También la sensación de estar cerca del desierto. "La sensación física del lugar era más pronunciada. No había smog... era una ciudad con bosquecillos de naranjos y campos sembrados de porotos que ofrecían paisajes y sensaciones que ya no existen ¡Por Dios!" suspira mientras recuerda.En 1971, cuando Towne era un guionista desconocido que investigaba para escribir el thriller am bientado en los '30 que se convertiría en Barrio chino, revolvió bibliotecas en busca de libros de la época. Así fue como se topó con la novela escrita por John Fante en 1939, Pregúntale al polvo. La escritura de Fante armonizaba con sus recuerdos infantiles de un Los Angeles desaparecido."¡Los Angeles, dame una parte de ti! Los Angeles, ven a mí como yo fui a ti, con los pies sobre tus calles, tú, linda ciudad que quise tanto; tú, triste flor en la arena; tú, linda ciudad", canta extasiado el futuro escritor ítalo-americano Arturo Bendini (alter ego de Fante) en un arrebato de prosa "whitmaniana" al principio de la novela. Está en un hotelucho de Bunker Hill, robando leche para sobrevivir. Lo rodean la enfermedad y la pobreza. Los problemas raciales ya se hacen notar. Sin embargo, Bandini conserva una visión romántica de su nuevo hogar.La adaptación al cine (titulada aquí Pregúntale al viento) de Towne comparte ese romanticismo. Retrata el Los Angeles de los '30 como un lugar donde siempre brilla el sol. Hasta los sufridos escritores como Bendini (Colin Farell) llevan inmaculados trajes blancos y sombreros a la moda que los asemejan a Sam Spade, el detective de Dashiell Hammett."Si miran viejas fotografías de Fante, verán que siempre llevaba traje y corbata", protesta Towne ante la observación de que viste con mucha elegancia a personajes de barrios pobres. "La gente de esa época tenía un solo traje y eso era lo que usaba. Para los que eran jóvenes y pobres era importante lucir lo mejor que pudieran. Eso siempre fue así durante la Depresión. ¡Miren las colas frente a las ollas populares! Hasta ellos llevaban traje y corbata."En el San Pedro de la niñez de Towne, había una mezcla de italianos, croatas, serbios, portugueses y suecos. Pocos de los chicos con quienes creció hablaban inglés, pero "todos querían ser estadounidenses". Fante, ítalo-americano, también estaba desesperado por escapar de "la vergüenza y la humillación de sus orígenes étnicos". Escribía sobre una ciudad donde todos apuntaban a eso: "Era un soñador que escribía sobre una ciudad de soñadores".Hay una cierta ironía en el hecho de que Towne hable tan cálida y nostálgicamente sobre el viejo Los Angeles. Su aclamado guión de Barrio chino muestra un aspecto muy diferente de la ciudad: un lugar donde los políticos son corruptos, los policías brutales y la violencia siempre está cerca de la superficie.A Towne le tomó más de 30 años llevar la novela al cine. Fante, de quien se hizo amigo íntimo, murió hace mucho. El Hollywood de los '70, en el que Towne escribió sus mejores obras, ha cambiado hasta resultar irreconocible. De algún modo, no sorprende que Towne no pudiera hacer Pregúntale... con dinero de los estudios. Tuvo que ir a Sudáfrica y financiarlo con inversores alemanes y sudafricanos."Fue un esfuerzo tremendo —suspira—. Ni siquiera en la posproducción hubo un momento en que la plata no fuera una batalla. Nadie pensaba que valiera la pena poner plata en una película ambientada en la Depresión."En cierto sentido, era una empresa compleja. El hambriento y torpe Bandini, un "imbécil sin experiencia" que les tiene pavor a las mujeres es interpretado por Colin Farrell, uno de los actores más engreídos que ha dado el cine en los últimos años. Puede que sea buen mozo y carismático, pero la angustia y la incertidumbre son conceptos que le son ajenos. Uno se pregunta si su elección no fue el precio que debió pagar Towne para conseguir que se hiciera su película.Bandini es la contrafigura del detective Jake Gittes, encarnado por Jack Nicholson en Barrio chino. Ambos son hombres lacónicos y apuestos que manejan hábilmente las palabras. La diferencia clave, sugiere Towne, es que Gittes es "cínico, romántico y mucho más exitoso".Así como Fante cayó en el anonimato al fin de su carrera hasta que fue rescatado por admiradores como Charles Bukowski, Towne ya no es una figura tan destacada en Hollywood como en los '70. Aún se lo considera uno de los mejores correctores de guiones, pero cada vez le cuesta más realizar proyectos "personales".¿Y ahora qué? La largamente postergada versión que hizo de Los 39 escalones fue archivada una vez más. Ahora trabaja en un guión sobre Wendell Fertig, un excéntrico soldado estadounidense que, en las Filipinas, se negó a rendirse a los japoneses durante la Segunda Guerra y organizó su propio ejército guerrillero. Festig, al igual que Fante, es el tipo de personaje que lo atrae: el marginal que se niega a agachar la cabeza pese a tener todo en contra.

INFOBAE(www.infobae.com):

El pase de Mirtha a Canal 13

Marcelo Tinelli habría llamado en persona a la señora Mirtha Legrand para concretar su pase a Canal 13 ya que Ideas del sur le ofrecería producirle un envío diario para las tardes de la emisora de Constitución, horario maldito si los hay, en el cual han probado sin éxito una decena de programas que no funcionaron, entre los cuales se encontraron Grandiosas y ¿Querés jugar?, tan sólo por nombrar dos ejemplos.Aunque recién se encontrarían en conversaciones con Chiquita ya que la afamada conductora posee contrato con América hasta el 28 de febrero del 2007, de concretarse la idea del hombre de Bolívar, quedaría trunco el regreso de Carmen Barbieri con un magazine para las tardes del 13.