"RSD del dia 27/6/2006"
27 jun 2006
CLARIN(www.clarin.com.ar):
Lágrimas, brillo y canciones
La fórmula, probada de sobra, funciona muy bien. De hecho, los elencos cambian pero la historia de los huerfanitos sigue siendo un gancho para el público pequeño y no tanto que sigue fiel a Chiquititas, más allá de todo. Este fin de semana se estrenó la versión teatral en el Gran Rex , a sala llena, y con todo el entusiasmo en la plateas.Con un despliegue escenográfico inusual, el show encabezado por Jorgelina Aruzzi como Lily, la dulce muchacha que llega para rescatar a los chicos de los malos tratos de la malvada pareja Demont, abunda en canciones y coreografías de grupo. Todo está tan aceitado en la maquinaria de Cris Morena, que hasta los más chiquitos del elenco acompañan con eficacia, sin desentonar.El argumento ubica a los chicos como trabajadores de una fábrica de dulces, al estilo de Charlie y la fábrica de chocolates, con camitas en medio de engranajes que habla de una clara explotación infantil. Pero el melodrama se suaviza con canciones y situaciones absurdas jugadas por los malos de la historia, Pierre y Julia Demont (Alejo García Pintos y María Carámbula), quienes tienen en sus hijos dos clones de perversión en miniatura. Resulta muy bien logrado el efecto de vestirlos exactamente igual a los adultos, y bien alejados del resto de los chicos que sufren. El trío de malvados lo completa una Mariana Briski que no le teme al ridículo componiendo a una Teresita tan bruta como maligna. El público, claro, no deja de abuchearlos.El mundo de las fantasías y la imaginación está reforzado por una pantalla semitransparente que sube y baja frente al escenario, para proyectar sobre ella imágenes filmadas previamente, que provoca un efecto al estilo Alicia en el país de las maravillas. Una de las escenas más llamativas y oníricas es la de las flores humanas, con las bailarinas vestidas con colores brillantes y balancéandose en arneses junto a una mariposa igualmente bella.Entre los temas no faltan el clásico Corazón con agujeritos y la escena romántica entre Lily y Kili, el cocinero bueno que interpreta con soltura Gastón Ricaud. Y Aruzzi sabe sacar provecho a sus dotes de comediante con una gran galería de gestos.Al final, por supuesto, los malvados reciben su merecido (quedan convertidos en masas gigantes) y se arrepienten. Después, el teatro se llena de barriletes, y la pareja protagonista se desliza por un cable hasta el escenario para la canción final. Y al delirio del público lo acompaña una lluvia de papelitos plateados.
INFOBAE(www.infobae.com):
Los fans convencen a canal de TV
Los fanáticos de la actriz venezolana Natalia Streignard estaban furiosos contra las autoridades de Telemundo porque la artista ya no participaba de la novela La tormenta, pero sus seguidores se hicieron escuchar y lograron su cometido. Mientras Streignard aún se recupera de una operación de pulmón, un equipo de producción y el actor principal, Christian Meier, se trasladaron a Miami para grabar una escena que será mezclada con las que ya grabó Christian junto a la nueva protagonista, Gabriela Vergara. "Ustedes son lo máximo... No estuve contenta con la decisión de no respetarme pero igual quise ayudarlos a terminar la historia como debe ser, por ustedes", manifestó la actriz, feliz con sus fans pero furiosa contra los productores del culebrón.
Lágrimas, brillo y canciones
La fórmula, probada de sobra, funciona muy bien. De hecho, los elencos cambian pero la historia de los huerfanitos sigue siendo un gancho para el público pequeño y no tanto que sigue fiel a Chiquititas, más allá de todo. Este fin de semana se estrenó la versión teatral en el Gran Rex , a sala llena, y con todo el entusiasmo en la plateas.Con un despliegue escenográfico inusual, el show encabezado por Jorgelina Aruzzi como Lily, la dulce muchacha que llega para rescatar a los chicos de los malos tratos de la malvada pareja Demont, abunda en canciones y coreografías de grupo. Todo está tan aceitado en la maquinaria de Cris Morena, que hasta los más chiquitos del elenco acompañan con eficacia, sin desentonar.El argumento ubica a los chicos como trabajadores de una fábrica de dulces, al estilo de Charlie y la fábrica de chocolates, con camitas en medio de engranajes que habla de una clara explotación infantil. Pero el melodrama se suaviza con canciones y situaciones absurdas jugadas por los malos de la historia, Pierre y Julia Demont (Alejo García Pintos y María Carámbula), quienes tienen en sus hijos dos clones de perversión en miniatura. Resulta muy bien logrado el efecto de vestirlos exactamente igual a los adultos, y bien alejados del resto de los chicos que sufren. El trío de malvados lo completa una Mariana Briski que no le teme al ridículo componiendo a una Teresita tan bruta como maligna. El público, claro, no deja de abuchearlos.El mundo de las fantasías y la imaginación está reforzado por una pantalla semitransparente que sube y baja frente al escenario, para proyectar sobre ella imágenes filmadas previamente, que provoca un efecto al estilo Alicia en el país de las maravillas. Una de las escenas más llamativas y oníricas es la de las flores humanas, con las bailarinas vestidas con colores brillantes y balancéandose en arneses junto a una mariposa igualmente bella.Entre los temas no faltan el clásico Corazón con agujeritos y la escena romántica entre Lily y Kili, el cocinero bueno que interpreta con soltura Gastón Ricaud. Y Aruzzi sabe sacar provecho a sus dotes de comediante con una gran galería de gestos.Al final, por supuesto, los malvados reciben su merecido (quedan convertidos en masas gigantes) y se arrepienten. Después, el teatro se llena de barriletes, y la pareja protagonista se desliza por un cable hasta el escenario para la canción final. Y al delirio del público lo acompaña una lluvia de papelitos plateados.
INFOBAE(www.infobae.com):
Los fans convencen a canal de TV
Los fanáticos de la actriz venezolana Natalia Streignard estaban furiosos contra las autoridades de Telemundo porque la artista ya no participaba de la novela La tormenta, pero sus seguidores se hicieron escuchar y lograron su cometido. Mientras Streignard aún se recupera de una operación de pulmón, un equipo de producción y el actor principal, Christian Meier, se trasladaron a Miami para grabar una escena que será mezclada con las que ya grabó Christian junto a la nueva protagonista, Gabriela Vergara. "Ustedes son lo máximo... No estuve contenta con la decisión de no respetarme pero igual quise ayudarlos a terminar la historia como debe ser, por ustedes", manifestó la actriz, feliz con sus fans pero furiosa contra los productores del culebrón.
posted by Television Argentina at 3:49 p. m. | Permalink |
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